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En los inicios del nuevo milenio, cuando el modem hacía más ruido que una cafetería en hora pico, la educación en línea en América Latina era casi un mapa del tesoro sin X marcando el lugar. Pero entre conexiones fallidas y páginas que tardaban más en cargar que una pausa incómoda, nacieron pioneros como Competir.com, que introdujeron a la región en la era digital de aprender desde la comodidad de tu propia casa (o donde te agarrara el intento de conexión a Internet).

Avancemos en el tiempo hasta hoy, y nombres como Crehana y Platzi no solo están en boca de todos, sino que también están en las pantallas de millones. Pero, ¿cómo han logrado estos gigantes del e-learning capturar la atención (y las suscripciones) de tantos ansiosos estudiantes? Veamos algunas lecciones magistrales de marketing, ejemplos reales y, por qué no, un poco de humor sobre cómo se está reescribiendo el libro de texto de la educación online.

1. La Personalización es el Nuevo “Hola”

Si Competir.com abrió las puertas, Crehana y Platzi las quitaron de las bisagras y las reemplazaron por portales personalizados. La personalización es clave; no solo saben tu nombre, sino también tus gustos, lo que has aprendido y hasta lo que probablemente querrás aprender (antes incluso de que tú lo sepas). Es como tener un maestro que te conoce mejor que tú a ti mismo, pero sin los exámenes sorpresa.

2. Interactividad: Más Acción, Menos Bostezos

Recordemos los viejos cursos en línea donde una voz monótona leía diapositivas que parecían sacadas de un manual de los años 90. Platzi y Crehana cambiaron el “escuchar y olvidar” por el “hacer y aprender”. Con proyectos reales, interacciones en vivo y foros que tienen más actividad que un avispero, el aprendizaje se convierte en algo que quieres hacer, no que tienes que hacer.

3. Humor: Porque Reír es Recordar

¿Quién dijo que aprender no puede ser divertido? Platzi, por ejemplo, ha incorporado elementos de humor en sus videos que hacen que el proceso de aprendizaje sea algo de lo que no solo disfrutes participando, sino que también quieras compartir. Crehana no se queda atrás, con ejemplos y anécdotas que podrían hacer que te rías en medio de una biblioteca silenciosa.

4. Comunidad: El Secreto Está en la Salsa

Uno de los activos más grandes de estas plataformas es su comunidad. No solo aprendes de los instructores, sino de miles de otros estudiantes que pueden ser tan novatos o tan expertos como tú. Las discusiones en línea y los grupos de estudio añaden ese sabor que muchas veces falta en el aprendizaje autodidacta. Y sí, a veces más drama que en telenovela, pero eso también enseña.

5. Accesibilidad: Aprender Desde Cualquier Lugar

Finalmente, la accesibilidad. Competir.com necesitaba que te sentaras frente a tu PC de escritorio, pero con Crehana y Platzi puedes aprender desde tu smartphone mientras estás en el transporte público o esperando en la fila del supermercado. Es la democratización del aprendizaje: todos son bienvenidos.

Mientras Competir.com nos mostró que era posible aprender en línea, Crehana y Platzi están demostrando cómo debe hacerse, con un enfoque en la personalización, interactividad, y un fuerte sentido de comunidad. No es solo educación en línea; es una experiencia que te prepara para el futuro, te mantiene entretenido y, de paso, te saca unas cuantas carcajadas. Quién sabe, tal vez el próximo curso popular sea “Cómo sobrevivir a tu próxima reunión familiar explicando qué es lo que estudias en línea”. Seguro sería un éxito.